Antonio López de Santa Anna.

Antonio López de Santa Anna es, sin duda alguna el personaje más polémico de la historia de México en el siglo XIX. Aquí te presentamos su biografía…

Antonio López de Santa Anna, nace en 1794 en Jalapa, Veracruz. Muy joven ingresa a las tropas realistas destacándose por su valor.

En 1821 Santa Anna se une a los insurgentes del Plan de Iguala. Derroca a Iturbide en 1823 con el Plan de Casamata. A partir de entonces toma parte en todos los acontecimientos políticos de la caótica vida independiente de México. Se une sucesivamente a liberales y conservadores, en elogiado perseguido y sufre el destierro en varias ocasiones. En 1835 interviene en la guerra con Estados Unidos al mando del ejército mexicano, pero es hecho prisionero en San Jacinto después de haber obtenido algunos triunfos militares (toma de El Álamo).

Antonio López de Santa Anna es remitido a México donde lo reciben con entusiasmo. En 1838 de nuevo encabeza el ejército contra los franceses en la Guerra de los Pasteles. Ocupa la presidencia de México en 11 ocasiones y se autonombra dictador en 1853 con el título de Alteza Serenísima y Dictador Vitalicio, pero el alza desmedida de impuestos y la venta a Estados Unidos de La Mesilla (un millón de kilómetros cuadrados entre Sonora y Chihuahua) le ganan en impopularidad y marcan su decadencia. Un grupo de adversarios políticos lanza el Plan de Ayutla en 1854 por lo que Santa Anna renuncia y se refugia en La Habana.

(19 de octubre del 2013, Antonio López de Santa Anna,http://www.mexicodesconocido.com.mx/antonio-lopez-de-santa-anna.html).

Desde entonces se convirtió en el «hombre fuerte» del país por espacio de cuarenta años, si bien su presencia formal al frente del poder político fue intermitente. Su prestigio militar se acrecentó cuando consiguió rechazar una expedición enviada por España con intención de restaurar el régimen colonial en 1829.

Después de derrocar a los gobiernos establecidos en 1829 y 1832, en 1834-35 asumió personalmente la presidencia de la República. Carente de ideas propias, Santa Anna fue un demagogo populista, que empezó gobernando con los federalistas anticlericales, para aliarse luego con los conservadores, centralistas y católicos, con los que tenía mayor afinidad.

En 1835 suprimió el régimen federal aplastando por la fuerza a sus defensores; este refuerzo del centralismo desencadenó la rebelión de Texas, territorio del extremo noreste de México con fuerte presencia de colonos anglosajones. Atacó Texas con su ejército, enfrentándose también a los Estados Unidos, que prestaban apoyo a los rebeldes (1836); pero fue derrotado y hecho prisionero en San Jacinto, enviado a Washington y liberado por el presidente Jackson tras entrevistarse con él.

Había perdido así su ya escasa popularidad; pero una expedición militar francesa contra Veracruz le dio la oportunidad de redimirse en 1838, rechazando al invasor y recuperando su carisma de héroe nacional (perdió una pierna en el combate).

 

 

 

 

Aprovechando esa popularidad volvió a erigirse en dictador en 1841-42; aunque fue obligado a dejar el poder ante la desastrosa situación económica que provocó su gobierno.

Regresó de su exilio en Cuba al año siguiente, al estallar el conflicto entre México y Estados Unidos por la anexión a este país de la antigua provincia mexicana de Texas (independiente desde 1836). Santa Anna, que se veía a sí mismo como el Napoleón de América, se negó a negociar con Estados Unidos a pesar de su situación de inferioridad: provocó así la invasión estadounidense de Veracruz, Jalapa y Puebla (1846). Completamente derrotado, tuvo que firmar el Tratado de Guadalupe-Hidalgo (1848), por el que México perdió casi la mitad de su territorio (además de Texas, California, Arizona, Nuevo México, Nevada, Colorado y Utah).

Partió otra vez al exilio, pero regresó en 1853 para instaurar de nuevo una dictadura conservadora, derrocada por Juárez en 1855. Ya sin poder político, volvió a México en dos ocasiones: la primera durante la ocupación francesa y el Imperio de Maximiliano, que le hizo mariscal (también entonces intentó sin éxito recuperar el poder); y la última en 1874, después de la muerte de Juárez, para pasar sus últimos años pobre, ciego y olvidado por todos.

(19 de octubre del 2013, Antonio López de Santa Anna, http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/santa_anna.htm)

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